Tengo la PS4, sí, la tengo y también tengo sus mandos, los dualshock 4, esos mandos que algunos catalogan como los mejores del mercado y otros los catalogamos como una verdadera decepción.
Y la cosa no acaba ahí, hablemos de los mandos de PS4, hablemos de los Dualshock 4, o lo que es lo mismo hablemos de como Sony se ha dejado ingentes cantidades de dinero en la investigación y desarrollo de los mandos para que al mes de sacarlos al mercado esa gomita, con un tacto similar a la silicona, se ha ido desgastando hasta dejar los joysticks desnudos ante los sudorosos y resbaladizos pulgares.
Muchos diréis, con razón "¡Pero esos mandos son los pocos!", bueno al parecer sí pero os diré algo, el mando que me vino en el pack de la PS4 me duró un solo mes hasta que el joystick izquierdo descubrió sus vergüenzas; si esto os parece exagerado mejor que no os cuente cuanto me duró el segundo (una semana). Os diré más, muchos argumentareis que muy probablemente eso sea debido al mal uso que se le da al mando, pues bien, os aseguro, es más, os prometo que como yo pocos cuidan así de bien sus consolas y con ello todo lo que las concierne (incluido los mandos), y aunque fuese así y le diese un mal uso ¿de verdad creéis que es como para que se desmorone incluso antes de poder conocer a fondo como funciona la PS4, ya os digo yo que no.
Mi segundo mando, fijaos en la diferencia de joysticks |
Y hasta aquí mi reflexión de hoy sobre los Dualshock 4 ¿Maravilla o Desastre? Para mí, claro desastre por el simple hecho de descuidar este pequeño, pero importantísimo detalle de testear a fondo el mando de PS4 antes de lanzarlo al mercado, una autentica pena.
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